Aviation | Women in Leadership (Spanish edition)

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Mujeres líderes en la meteorología aeronáutica

A continuación se publican inspiradoras historias de mujeres líderes que forman parte del Comité Permanente de Servicios para la Aviación de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). La OMM está decidida a promover la incorporación de la perspectiva de género y a empoderar a más mujeres para que ejerzan funciones de liderazgo en la meteorología aeronáutica.


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Asociación Regional I (África) de la OMM

khambuleGaborekwe Khambule, Servicio Meteorológico de Sudáfrica, Sudáfrica (noviembre de 2020)

Cuando era niña, me preguntaba cómo mi padre podía predecir con exactitud el tiempo simplemente observando el viento y las formaciones de nubes, y él no había ido a la escuela. Cuando estudié Geografía en la escuela pude entonces adquirir conocimientos básicos sobre la ciencia del tiempo. Mi profesor de geografía me preguntó una vez: "Imagina que eres una meteoróloga navegando desde la isla Marion a la isla de Gough. Si no tomas en cuenta las corrientes, ¿cuánto tiempo te llevará?" Crecí en una zona rural y sin ninguna posibilidad de recibir orientación profesional, no podía responder a esa pregunta.

Pero sentía curiosidad por saber quiénes eran los "meteorólogos" y qué había que estudiar para ser uno de ellos. Mi profesor de geografía me dijo que tenía que estudiar meteorología, pero esos estudios estaban reservados únicamente para los sudafricanos blancos. En 1983, el Ministerio de Transporte hizo un llamamiento para que, por primera vez, los alumnos de color pudieran matricularse en la carrera de Meteorología. Fui una de los siete estudiantes (dos mujeres y cinco hombres) que aprovecharon esa oportunidad y así empezó mi carrera. En 1987 obtuve el Diploma Nacional de Meteorología, convirtiéndome en la primera meteoróloga de color del país.

Seguí estudiando y en 1989 conseguí el Diploma Nacional de Nivel Superior en Meteorología. Durante ese tiempo, trabajé como observadora y pronosticadora en una de mis patrias de origen. En 1995, empecé a trabajar como pronosticadora aeronáutica en uno de los aeropuertos más grandes y con más tráfico de África (el Aeropuerto Internacional O. R. Tambo de Johannesburgo). Luego ejercí el cargo de directora adjunta, asumiendo funciones de supervisión, en la Oficina Central de Pronóstico encargada de la elaboración de pronósticos marinos, para el público y para la aviación. He estado trabajando en el ámbito de los pronósticos durante 15 años. En ese período, también participé en actividades de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en calidad de miembro y presidenta de diversos subgrupos de la OACI y equipos de expertos de la OMM.

Mi contribución a la meteorología aeronáutica ha sido reconocida a nivel nacional, regional e internacional. Recibí el premio Profesional de la Aviación del Año 2019 a través de los premios otorgados a la Industria de la Aviación Civil de Sudáfrica (veáse la foto). Ha sido una experiencia muy gratificante, por ello animo a las jóvenes de nuestra institución y a las que vendrán. Hemos sentado las bases, estoy segura de que el pasado ha quedado atrás y de que a las mujeres de la organización les espera un futuro brillante.

A medida que iba avanzando en mi carrera profesional, empecé a participar en procesos de adopción de decisiones estratégicas en mi organización y entonces me di cuenta de que necesitaba adquirir conocimientos y competencias de gestión. Por ello, cursé estudios de gestión y una maestría en administración de empresas, que terminé en 2011 y 2016 respectivamente.

Actualmente desempeño diversas funciones, entre ellas: 1) administradora de nivel superior: meteorología aeronáutica; 2) vicepresidenta del Comité Permanente de Servicios para la Aviación de la OMM; 3) vicepresidenta del subgrupo de Gestión de Información e Infraestructura del Grupo Regional AFI de Planificación y Ejecución.

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Asociación Regional II (Asia) de la OMM

lauSum Yee (Sharon) Lau, Observatorio de Hong Kong, Hong Kong, China (noviembre de 2020)

La predicción meteorológica requiere amplios conocimientos científicos y ha sido históricamente una profesión masculina. Si la mujer ha sido asociada al tiempo se debe principalmente a que existía la percepción de que los estados de ánimo de las mujeres eran tan impredecibles como el tiempo; por ejemplo, se dio a los ciclones tropicales nombre de mujer. Se ha elegido a la chica del tiempo solo para que presente de forma amena información meteorológica compleja. No obstante, en consonancia con la tendencia mundial de promoción de la igualdad entre los géneros, el Observatorio de Hong Kong nombró a su primera funcionaria científica en 1974. Muchas cosas han cambiado desde entonces. Los ciclones tropicales ya no llevan nombre de mujer en el noroeste del Pacífico y el mar de China meridional y, en la actualidad, de las cinco oficinas de dirección del Observatorio, dos están a cargo de mujeres.

Tengo la suerte de haber vivido personalmente ese cambio. Mi participación en el Comité Permanente de Servicios para la Aviación de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) tiene mucho que ver con las oportunidades que me surgieron en los primeros años de mi carrera. Cinco años después de incorporarme en el Observatorio, comencé a asistir a reuniones regionales de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). La primera vez que participé en una reunión de la Comisión de Meteorología Aeronáutica (CMAe) de la OMM, me invitaron a presidir una sesión sobre formación profesional. No tenía ninguna experiencia previa de la que pudiese hablar, pero la Secretaría demostró gran disposición para ayudarme. En esa primera reunión pude consolidar mi participación en la CMAe y ahora en el Comité Permanente de Servicios para la Aviación. Junto a Matt Strahan, como corresponsables de la Red de Expertos sobre la Ciencia de los Peligros Meteorológicos Aeronáuticos del Comité Permanente, debemos llevar adelante la tarea de facilitar los progresos en la investigación y la innovación científica y tecnológica para mejorar la observación, la predicción y la alerta de los peligros meteorológicos aeronáuticos.

Debo agradecer a mis superiores, que confiaron en mí y me dieron muchas oportunidades, como mi ascenso a directora adjunta del Observatorio, encargada de los servicios meteorológicos para la aviación en Hong Kong. Entre otros servicios, desarrollamos un sistema para alertar a los pilotos sobre la cizalladura del viento y las turbulencias en el terreno que pueden darse incluso en el aire claro en el Aeropuerto Internacional de Hong Kong, y fue un verdadero desafío. Pero como suele decirse, junto con los desafíos vienen las oportunidades. Así que asumimos el reto y fuimos pioneros, a nivel mundial, en el uso del LIDAR para la detección de la cizalladura del viento.

Para un servicio meteorológico pequeño, no es fácil seguir el ritmo del desarrollo internacional en meteorología aeronáutica. Así que hay que romper el techo de cristal. He aprovechado toda oportunidad que se me ha presentado y he sido perseverante, lo que me ha ayudado a lo largo del camino. Como mujeres meteorólogas, hemos demostrado al mundo que somos igualmente capaces. Muchas más jóvenes talentosas se han iniciado en la profesión, así que no subestimen su potencial.

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Asociación Regional III (América del Sur) de la OMM

riberoClaudia Ribero, Servicio Meteorológico Nacional de la Argentina, Argentina (noviembre de 2020)

Actualmente trabajo en la Dirección de Meteorología Aeronáutica del Servicio Meteorológico Nacional (Buenos Aires, Argentina). Estudié Meteorología en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Después de terminar mis estudios busqué trabajo durante casi un año. Finalmente, logré comenzar a trabajar como pronosticadora asistente en el Centro Meteorológico del Servicio de Hidrografía Naval, en la ciudad de Buenos Aires. Como estaba interesada en la meteorología aplicada a la aviación, presenté mi candidatura a un puesto de pronosticador meteorológico aeronáutico, obtuve el cargo y lo ejercí en el Aeroparque Jorge Newbery, un aeropuerto con más de 400 vuelos nacionales y regionales diarios en ese entonces. La Oficina Meteorológica del Aeroparque Jorge Newbery realiza las funciones propias de una oficina meteorológica de aeródromo, pero además funciona como oficina de vigilancia meteorológica para la región de información de vuelo Ezeiza (EZE), y depende del Servicio Meteorológico Nacional argentino. He tenido también la gran oportunidad de respaldar las actividades de aviación como pronosticadora del Centro Meteorológico Marambio, ubicado en la Antártida.

Tras trabajar muchos años como pronosticadora, comencé a colaborar en el Departamento de Meteorología Aeronáutica a fin de implementar el Sistema de Gestión de Calidad para los servicios meteorológicos con arreglo a la norma ISO 9001:2008. En esa época también realicé un estudio climatológico sobre las condiciones de niebla en el Aeroparque Jorge Newbery, junto con mi colega Roxana Vasques Ferro. Al mismo tiempo, obtuve un título en Ciencias Sociales, con especialización en Políticas Públicas, porque estaba interesada en mejorar los servicios públicos que se prestaban a la comunidad de la aviación. Por lo tanto, entre otras actividades, empecé a colaborar, en calidad de experta, en proyectos meteorológicos relacionados con los sistemas de gestión de la calidad en el grupo regional de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y en otros proyectos meteorológicos de la OACI a nivel regional. Después de la reestructuración de la OACI, fui invitada a participar como miembro experto designado por la Argentina en el Grupo de Expertos sobre Meteorología (METP), de nivel internacional.

He estado colaborando con el Equipo/la Red de Expertos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) desde 2018, en el marco de la antigua Comisión de Meteorología Aeronáutica. Tras la reforma de la gobernanza de la OMM en 2020, fui designada miembro principal del nuevo Comité Permanente de Servicios para la Aviación. En la actualidad, soy coordinadora para la incorporación de la perspectiva de género del Comité Permanente.

Quisiera terminar con un mensaje especial para toda nuestra querida comunidad mundial de mujeres que trabajan en los servicios de meteorología aeronáutica: “estoy convencida de que la meteorología aeronáutica es un ámbito de grandes desafíos para las mujeres profesionales, pues los cambios y las innovaciones son constantes en el mundo de la aviación y es un campo donde predominan los hombres. No obstante, la pandemia de COVID-19 ha tenido un gran impacto en nuestra querida comunidad de la aviación; no tengo duda de que debemos aceptar el desafío y más que nunca propiciar el desarrollo de capacidades y el empoderamiento de las mujeres.

Aceptemos el desafío... porque el ‘tiempo vuela’!

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Asociación Regional IV (América del Norte, América Central y el Caribe) de la OMM

caesarKathy-Ann Caesar, Instituto de Meteorología e Hidrología del Caribe, Territorios Británicos del Caribe (noviembre de 2020)

Durante la mayor parte de mi carrera profesional he trabajado en el área de la meteorología, primero como asistente en meteorología en el Servicio Meteorológico de Trinidad y Tabago y actualmente como meteoróloga jefa del Instituto de Meteorología e Hidrología del Caribe (CIMH). En mi trayectoria profesional me he centrado en prestar servicios a la región del Caribe y en promover la meteorología.

En 1983 empecé a trabajar en el sector de la meteorología—algo con lo que siempre había soñado— como asistente en meteorología, en Trinidad. Dejé ese cargo en 1988 para continuar mis estudios y me gradué en 1992 en la Universidad Estatal de Nueva York, Brockport, obteniendo el título de licenciada cum laude en Meteorología con especialización en Matemáticas. Luego, cursé en la Universidad de Texas A&M una maestría en Meteorología, programa que terminé en 1995. Y fue en esa universidad donde descubrí mi pasión por la investigación y la enseñanza.

Cuando regresé al Servicio Meteorológico de Trinidad y Tabago fui nombrada meteoróloga de nivel II, siendo la única mujer pronosticadora en la lista de candidatos y la segunda en la historia del Servicio. Como pronosticadora tuve la oportunidad de participar en el Curso de formación de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) para el grupo de meteorólogos de nivel II. Esta es una formación de gestión para meteorólogos sénior y, según la información que recibí en ese entonces, se me había ofrecido participar en ese curso porque era la única que tenía los años de experiencia profesional requeridos. A mi regreso, fui ascendida a meteoróloga de nivel III, cargo que incluía, entre otras funciones, la de supervisora de la oficina de pronóstico, oficial de formación y pronosticadora sénior. Rápidamente, en 1999, fui nombrada en el cargo de meteoróloga de nivel IV/jefa de pronóstico de la Oficina de Pronóstico del Servicio Meteorológico de Trinidad y Tabago.

En el año 2000, tuve la posibilidad de ir a trabajar al CIMH, en Barbados, como meteoróloga y profesora titular. Di clases en el programa para técnicos en meteorología de nivel superior y a los alumnos de primer año de la carrera de meteorología en la Universidad de las Indias Occidentales (campus de Cave Hill). En el CIMH, como una de las dos mujeres miembro del personal académico, disfruté de un entorno de trabajo alentador y estimulante para el desarrollo profesional. Las formaciones del CIMH fueron fuente de integridad y altos estándares. Tras pocos años fui nombrada en el cargo de coordinador del curso para técnicos en meteorología de nivel sénior. Desde el comienzo me centré en dar continuidad a la tradición de preparar a los pronosticadores en formación de forma tal que estuvieran totalmente capacitados para realizar las tareas operativas. Como jefa de la Sección de Meteorología y coordinadora del Departamento de Meteorología de la Universidad de las Indias Occidentales (campus de Cave Hill) sigo teniendo el privilegio de mantener esos programas de formación, que han sido considerados como uno de los mejores del mundo en el Informe de evaluación del Centro Regional de Formación de la OMM de Barbados realizado por la OMM en 2017.

En 2009 fui invitada a formar parte del Equipo de Expertos Encargado de las Cualificaciones de los Pronosticadores Aeronáuticos, que tenía por finalidad elaborar los requisitos en materia de competencias aeronáuticas, lo que se conoce como el kit de evaluación de las competencias de los pronosticadores aeronáuticos, y comencé así una tarea emocionante y apasionante al servicio de los Estados Miembros de la OMM. Posteriormente fui seleccionada como miembro del Equipo Especial sobre el Kit de Evaluación de las Competencias de la Comisión de Meteorología Aeronáutica (CMAe) de la OMM y como instructora para los talleres sobre evaluación de las competencias que se dictaron en Nairobi (2010), Barbados (2011), Guatemala (2012), Qatar (2013) y la Argentina (2014). Mi participación en esos equipos contribuyó a mi nombramiento como miembro del Equipo de Expertos de la CMAe sobre Enseñanza, Formación Profesional y Competencias en 2012 y más tarde, en 2015, como miembro principal de dicho Equipo. A principios de 2017 fui nombrada copresidenta interina de ese Equipo, cargo para el que fui reelegida en 2018 y otra vez en 2020 en el marco del nuevo Comité Permanente de Servicios para la Aviación. En reconocimiento de mis esfuerzos en favor de la comunidad de meteorología aeronáutica, recibí en 2013 el Certificado de Servicio Sobresaliente de la Asociación Regional IV de la OMM, y el Premio al Servicio Sobresaliente de la CMAe en 2015 y 2018.

Presté servicios a la región en distintas capacidades durante el desempeño de mi cargo en el CIMH, en coordinación con la Organización Meteorológica del Caribe, como coordinadora de cuestiones de género para los Territorios Británicos del Caribe de 2004 a 2012. Fui también copresidenta del Laboratorio Virtual para la Enseñanza y Formación en Meteorología Satelital (VLab) de la OMM de 2012 a 2018.

He disfrutado trabajando en el ámbito de la formación en meteorología y en el campo de la meteorología aeronáutica. He desarrollado una gran admiración por la labor que realiza la OMM para tratar de mejorar y estandarizar las operaciones de los servicios meteorológicos regionales.

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Asociación Regional V (Suroeste del Pacífico) de la OMM

hendersonAndrea Henderson, Oficina de Meteorología, Australia (noviembre de 2020)

Comencé a trabajar como pronosticadora en la Oficina de Meteorología de Australia hace casi 20 años. Estudié meteorología porque amaba la ciencia y quería hacer alguna actividad que tuviera un impacto positivo en la comunidad. Me atraía la idea de que mis decisiones diarias pudieran tener un impacto directo e inmediato en los demás.

Inicialmente, quise ser la persona que "perseguía" las tormentas eléctricas a través del radar y alertaba al público de la amenaza inminente. Pero lo que más disfruté no fue necesariamente pronosticar los fenómenos meteorológicos severos, sino los matices del pronóstico de la niebla, la turbulencia y el engelamiento de las aeronaves. Así, me encontré inesperadamente deambulando por los caminos de una carrera de meteorología aeronáutica.

Al principio de mi carrera tuve la suerte de trabajar con una gran dirigente, que fue un verdadero ejemplo de cómo debe ser una profesional: alguien que es competente, conocedora de su materia y que inspira respeto. De hecho, fue ella quien me convenció para que me presentara al puesto de competencias aeronáuticas que acababa de crearse. Me vendió el puesto con el argumento de que era una gran oportunidad para introducir cambios reales, establecer un enfoque de predicción coherente a nivel nacional y mejorar nuestra capacidad para prestar un servicio de calidad a la industria de la aviación, si bien yo no había considerado la posibilidad de ejercer una función en el sector de la educación. Claro que con esas perspectivas era difícil no entusiasmarse.

Poco tiempo después de embarcarme en esta nueva aventura empecé a colaborar con el Equipo de Expertos sobre Enseñanza y Formación Profesional de la antigua Comisión de Meteorología Aeronáutica (CMAe). Mi participación en ese Equipo fue decisiva ya que me permitió trabajar con muchos profesionales experimentados en la elaboración de un marco de competencias que sentaría las bases de lo que hoy se conoce como las normas sobre competencias para el personal de meteorología aeronáutica. Aunque pude colaborar con ese Equipo por poco tiempo, fue una experiencia sumamente gratificante. En 2015 tuve la oportunidad de volver a integrar ese equipo (que ahora se llama Equipo de Expertos sobre Enseñanza, Formación Profesional y Competencias) como miembro principal, y rápidamente me impliqué en la dirección de la labor relativa a la Guía de la OMM sobre competencias. Fue otra gran oportunidad para, de forma innovadora, lograr cambios reales en la comunidad internacional. Actualmente me siento muy afortunada de poder codirigir ese Equipo de Expertos, junto con una colega muy querida, Kathy-Ann Caesar; es un gran honor.

Debido a mi formación en Matemáticas y Meteorología, estoy acostumbrada a trabajar en entornos donde hay una mayoría abrumadora de hombres. No he sentido que me hayan tratado de forma distinta por ser mujer, y si así ha sido en algún momento, probablemente he recibo más estímulos que otra cosa por ello. Pero me preocupaba el hecho de que tener hijos pudiera reducir las oportunidades que se me brindasen. Sin duda, poner energía en mi familia significaba hacer algunos sacrificios profesionales durante cierto tiempo. Mantener activas mis redes de contactos durante ese período y hacer lo que podía cuando podía tuvieron un gran impacto en mi capacidad para acelerar nuevamente el ritmo a medida que mis hijos iban creciendo. Esto es un reconocimiento a la mentalidad progresista de mis gerentes, quienes entendieron que mi necesidad de contar con arreglos de trabajo flexibles nunca fue una barrera para el éxito.

No siempre he sabido dónde querría estar dentro de cinco años, pero he avanzado en mi carrera haciéndome tres preguntas claves: ¿cuáles son las deficiencias?, ¿qué no estamos haciendo hoy que deberíamos estar haciendo? o ¿qué estamos haciendo que podríamos hacer aún mejor? Estas preguntas han sido decisivas para aprovechar las oportunidades que se me han presentado. Mi consejo para los que están en los comienzos de su carrera profesional es que cultiven sus pasiones, pero que estén abiertos a nuevas ideas. Si eres como yo y te gusta hacer planes, sé flexible, déjate llevar un poco por la corriente, pero siempre defiende tus pasiones. Encuentra un mentor de confianza, que tenga contactos en la industria que te interesa y que pueda invertir en tu desarrollo profesional e interceder por tí. Por último, aprovecha las redes de tu industria, no tengas miedo de darte a conocer y muestra lo que vale tu trabajo.

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Asociación Regional VI (Europa) de la OMM

wigniolleStéphanie Wigniolle, Météo-France, Francia (noviembre de 2020)

Durante cierto tiempo me fascinaron los fenómenos meteorológicos. Cuando era niña, solía levantarme de la cama por la noche para ver las tormentas eléctricas que se desataban sobre la ciudad en la que vivía. Algunos de mis parientes viajaban mucho en avión y hablaban de los fenómenos que veían, como las nubes convectivas tropicales o las auroras. Me quedaba sorprendida al escucharlos y me parecía interesante poder entender esos fenómenos. Cuando, en la escuela, el plan de estudios de geografía incluyó una gran sección sobre meteorología, me quedó claro que eso era lo que quería estudiar. Nunca cambié de opinión al respecto e hice lo posible por encontrar, dentro del sistema educativo francés, la mejor manera de lograr mi objetivo. El gran apoyo que me dio mi familia fue indispensable, especialmente cuando sentí que las competencias que había adquirido no eran suficientes.

Después de estudiar Física y Meteorología en la Universidad de París y en la Escuela Nacional de Meteorología de Francia, entré a trabajar en meteorología aeronáutica en Météo-France, en 1993. Primero, me encargué de los desarrollos y las actividades de codificación para mejorar las funciones del sistema interactivo de proceso de información que se usaba en mi organización. Gracias a ello, pude trabajar en estrecha coordinación con los pronosticadores aeronáuticos y así comprender mejor sus necesidades.

Paulatinamente me fui incorporando a nuevos grupos de trabajo en los que participaban representantes de la comunidad aeronáutica francesa y cuya labor consistía en recopilar las necesidades de los usuarios, especialmente de los que trabajaban en los principales aeropuertos de Francia con una gran densidad de tráfico.

Después de trabajar varios años en el ámbito de la codificación, aspiré a ocupar una función de gestión y mi dirección me apoyó en esa transición. En 2008, obtuve el puesto de gerente del equipo de desarrollo del Departamento de Predicción Aeronáutica de Météo-France. La puesta en marcha de servicios de predicción mejorados para alertar a todos los operadores de aeropuertos fue un verdadero reto que afronté con éxito. Unos años más tarde asumí la función de gerente de la División de Investigaciones del Departamento de Servicios para la Aviación de Météo-France. En esa nueva función me ocupé de dirigir todas las actividades de investigación sobre meteorología aeronáutica de Météo-France, especialmente la aplicación de los resultados de las investigaciones a las operaciones, incluida la gestión de la contribución de Météo-France al programa europeo SESAR.

Desde 2006 he participado cada vez más activamente en los grupos de operaciones y los grupos de estudio sobre meteorología de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y, más recientemente, en el Grupo de Expertos sobre Meteorología de esa organización y en sus grupos de trabajo, y en paralelo he ejercido las funciones de miembro principal y copresidenta de varios equipos de expertos sucesivos de la Comisión de Meteorología Aeronáutica (CMAe) de la OMM. Desempeñé esa función de la OMM hasta la decimosexta reunión de la CMAe, en 2018, en la que fui elegida vicepresidenta de la Comisión. Tengo que agradecer a mis supervisores y a mis colegas de la OMM, que depositaron en mí la confianza necesaria para que pudiese ejercer esas funciones en el marco de la CMAe todo ese tiempo y también durante la reforma de los órganos integrantes de la OMM en 2020. Recientemente, cuando el presidente de la nueva Comisión de Servicios (SERCOM) y el presidente del Comité Permanente de Servicios para la Aviación de la OMM me seleccionaron como uno de los dos expertos encargados de la planificación a largo plazo y la estrategia en el ámbito de los servicios meteorológicos para la aviación, sentí recompensados mis años de liderazgo.

Recomendaría a las jóvenes que desean seguir una carrera de meteorología aeronáutica que sean perseverantes, dado que en esta comunidad siguen predominando los hombres. Los fenómenos meteorológicos y atmosféricos no han sido creados por los seres humanos, son parte de la naturaleza que nos rodea, y tanto los hombres como las mujeres formamos parte de ella. Al menos por esa razón las mujeres somos igual de capaces que los hombres —pero con nuestra propia sensibilidad— para emprender una carrera de meteorología aeronáutica.

petrovaMarina Petrova, Servicio Federal de Hidrometeorología y Vigilancia del Medioambiente (Rosgidromet) (Federación de Rusia) (noviembre de 2020)

"Si hay una certeza en la vida, es que el tiempo cambia. Entonces, ¿cómo podemos prepararnos adecuadamente para enfrentar los desafíos del cambio climático? ¿Qué recetas podemos preparar para sacar lo mejor de las condiciones meteorológicas que nos vamos a encontrar?" Cuando niña, siempre quería saber más sobre el tiempo, lo que me llevó más tarde a elegir la carrera de meteorología.

No tuve dudas sobre el lugar donde iría a estudiar para especializarme en meteorología: la Universidad Estatal de Investigación Nacional en Sarátov, una de las más antiguas del país. Tras cinco años de estudios universitarios, una de las primeras cosas que hice cuando me gradué fue planificar mi trayectoria profesional. Ocupé diversos cargos: ingeniera meteoróloga en la estación de meteorología aeronáutica de Dushanbé (Tayikistán), ingeniera sénior en el Departamento de Servicios de Meteorología Aeronáutica del Comité Estatal de Hidrometeorología de la URSS, y jefa de la División de Servicios Hidrometeorológicos Operativos y Especializados de Rosgidromet. Asimismo, contribuí al establecimiento, en 1998, de la Agencia de Meteorología de Rosgidromet, que comprendía 15 subdivisiones y que en noviembre de 2010 pasó a ser Aviamettelecom de Rosgidromet, con una red mejorada de 25 subdivisiones (actualmente tiene otra vez 15 subdivisiones mejoradas). He debido recorrer un largo camino para ganar experiencia en el ámbito de la meteorología y comprender mejor la ciencia meteorológica.

Como directora general de la Agencia de Meteorología de Rosgidromet (y desde 2010 de Aviamettelecom de Rosgidromet), tuve que aprender sobre estrategias para abordar y priorizar una serie de áreas importantes, como el reequipamiento técnico de las unidades de meteorología aeronáutica, la calidad del servicio meteorológico en apoyo de la seguridad de la aviación, la metodología meteorológica, el desarrollo del personal, y las instrucciones basadas en tareas.

Afortunadamente, logré crear un equipo de colaboradores entusiastas y dedicados que, por un lado, me apoyaron en todas mis iniciativas y, por otro, obraron bajo mi dirección para alcanzar los objetivos de la entidad.

En los últimos diez años hemos logrado mejorar 60 centros y estaciones de meteorología aeronáutica —es decir, el 25 % de todas las unidades de Rosgidromet— a través del Programa Federal de Modernización Uniforme de la Gestión del Tráfico Aéreo. Las unidades modernizadas están ahora equipadas con avanzados sistemas meteorológicos automatizados, sistemas de comunicación y de suministro de energía, hardware y programas informáticos, sensores meteorológicos y enlaces de comunicación.

Trabajamos en un entorno donde nos apoyamos mutuamente, y así es más fácil aprender sobre nuestros puntos fuerte y débiles, sacando provecho de los puntos fuertes y mejorando los puntos débiles. Mi objetivo principal siempre ha sido poder delegar el nivel de responsabilidad adecuado en mi personal dándoles instrucciones claras y asignándoles tareas razonables, y coordinar la labor de un equipo diverso de personas estableciendo un sistema de comunicación vertical y horizontal y asegurándome de que el trabajo encomendado se lleva a cabo.

Mi desarrollo profesional ha estado íntimamente ligado a las comunidades aeronáuticas y meteorológicas internacionales, que me han aportado un panorama del pensamiento profesional que resume una historia de los métodos y principios responsables aplicados a nivel mundial y regional, en los que se apoyan las estrategias generales de funcionamiento.

He participado activamente en las actividades de la OMM desde 2002 como miembro del Grupo de Gestión de la Comisión de Meteorología Aeronáutica (CMAe), y he sido invitada a copresidir el Equipo de Expertos sobre las Necesidades de los Usuarios del Grupo Abierto de Área de Programa (PROMET) (2002-2006), a presidir el Equipo de Expertos sobre las Relaciones con la Clientela (2006-2010), a presidir el Equipo de Coordinación de la Ejecución del Grupo de Gestión de la CMAe (2010-2014), a copresidir el Equipo de Expertos sobre Comunicación, Coordinación y Asociación (2014-2018), a dirigir la Red de Expertos sobre Comunicaciones y Divulgación y, finalmente, a coordinar las comunicaciones y la divulgación en el recientemente establecido Comité Permanente de Servicios para la Aviación de la Comisión de Servicios (SERCOM) de la OMM. Estar a caballo entre la coordinación regional como ponente de la Asociación Regional VI sobre meteorología aeronáutica (desde 2003) y ejercer las funciones antes mencionadas, para las que se requieren conocimientos técnicos especializados, ayuda a hacerse una idea de las aplicaciones de los recursos mundiales y regionales a los fines de la planificación en el servicio nacional.

De todos los premios que he recibido en mi carrera, aprecio particularmente dos certificados que recibí en reconocimiento de mi contribución a las actividades de la Comisión de Meteorología Aeronáutica en 2014 y 2018.

La capacidad de mantenerse en contacto con la amplia comunidad de la OMM da un nuevo impulso a todos los profesionales para que sigan estudiando la forma en que los servicios puedan considerarse un sistema dinámico que los usuarios crean y adaptan progresivamente y puedan plasmarse en metodologías más abiertas y flexibles.

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